lunes, 16 de junio de 2008

Fábrica de Sombreros de Sevilla




Es lamentable el estado de abandono que presenta el edificio que fue sede de la Fábrica de Sombreros Fernández y Roche S.A., en la Calle Castellar de Sevilla.

Esta empresa nació en 1885, experimentando varias ampliaciones en sus instalaciones, siendo la más significativa la realizada por el arquitecto regionalista José Espiau y Muñoz, en torno a 1929. De esta época es la chimenea, la más alta de las que quedan en Sevilla, y buena parte de las instalaciones.

En 1930, varias empresas sombrereras nacidas a fines del siglo XIX, dos de Sevilla y una de Barcelona, se fusionaron para hacer frente a la moda del "sin sombrerismo", dando lugar con esta unión al nacimiento de Industrias Sombrereras Españolas S.A. (I.S.E.S.A.), que desde hace tres o cuatro años se estableció en Salteras, Sevilla, donde continúa fabricando sombreros de alta gama, usando todavía algunas de las máquinas de esta vieja fábrica.

Con este traslado, la antigua fábrica se quedó cerrada y en estado de abandono, habiendo sufrido el expolio y otros actos vandálicos, pese a que algunas partes de la misma están protegidas por su valor patrimonial.

Ahora, un colectivo vecinal, de carácter social y político, viene reivindicando la expropiación del edificio para destinarlo a fines socio-culturales, en su campaña de sensibilización han llegado hasta la oKupación simbólica del edificio, en cuya sede realizan un buen número de actividades, incluidas visitas guiadas.

sábado, 19 de abril de 2008

Odisea del Odyssey


El Cisne Negro, supuesto nombre del barco hundido por el que la compañía Odyssey mantiene desde hace meses una pugna con el estado español, se llama en realidad Nuestra Señora de La Mercedes, y se trata de un barco español hundido en 1804 por los ingleses frente a las costas del Algarve. España confirma así sus sospechas de que el buque es español y que, por tanto, puede reclamarlo. La publicación en el diario El País de la posibilidad de que el pecio correspondiese a La Mercedes ha hecho que el juez Mark Pizzo, que lleva el caso en Tampa, obligara a Odyssey a hacer pública esta información, pese a que la empresa pretendía la confidencialidad de estos datos. Además de la hipótesis de La Mercedes, Odyssey ofreció también datos sobre otro pecio hallado en el Canal de la Mancha y que también era reclamado por España, el Merchant Royal, un buque inglés que naufragó tras una tempestad el 23 de septiembre de 1641.

El Gobierno está satisfecho con la decisión del juez y el Ministerio de Cultura está analizando exhaustivamente toda la información que posee sobre el Cisne Negro, incluido el informe de los expertos que estudiaron el material procedente del pecio. El juez ha dado de plazo a España hasta el 9 de mayo para que exponga sus conclusiones.


Esperemos que este caso no quede impune y sea el último intento de expolio a gran escala de nuestro importantísimo patrimonio sumergido.